El trastorno de déficit de atención e hiperactividad, es tomado en cuenta como una enfermedad, siendo que solo es un cambio biológico y genético que se obtiene en los niños antes de nacer y el cual consiste en la producción de mas neuronas y por lo tanto las conexiones intercerebrales que son más numerosas de lo habitual, en consecuencia la capacidad de almacenamiento es mayor.
Aproximadamente en el mundo se presentan estos casos alrededor de 2% de la población mundial mientras que en nuestro país la cifra aumenta al 3% de la población mexicana.
Para los padres de familia y educadores de los pequeños, lidiar con un niño con un caso de TDAH es estresante ya que ellos son incapaces de actuar en un caso así, debido a que los niños buscan nuevos conocimientos ya que asimilan el conocimiento más rápido de lo habitual en cualquier rama de su interés.
La clave del tema es que la mayoría de los niños etiquetados como “genio” presentan el TDAH, como se había dicho antes, la dedicación hacía el tema de su interés los lleva a conocer y descubrir para luego razonar aquello y plantearse más preguntas que los llevan desarrollar rápidamente o dominar un tema, y simultáneamente sienten ganas de conocer algo nuevo y están metidos de lleno en aquello que les llama la atención.
Usualmente los niños con TDAH son dominantes en aquello que atrae su atención, y para lograrlo dedican casi todo el tiempo posible a enfocarse en el objeto de su interés, dejando a lado otras actividades que no son de su utilidad.
Un niño con TDAH puede llegar a ser un genio, la única limitante de estos niños es la no atención de los padres y educadores en el sistema escolar para ayudarles a desarrollar sus capacidades con atención profesional y afectiva.
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