La respuesta breve es no. Cuando un doctor hace una prescripción de medicamento para TDAH, a veces puede variar el tiempo en que encuentre el mejor medicamento y dosis que ajuste a tu hijo.
Cuando un medicamento para el TDAH es pre-escrito de manera adecuada, funcionan correctamente después de que el niño lo toma. La personalidad del niño no cambia, pero su habilidad para concentrarse y auto controlarse sí cambia. Este tipo de cambios pueden ayudar a levantar el autoestima del niño y construir confianza en sí mismo.
Si el niño comienza a tomar medicamento y notas cambios en su comportamiento, puedes revisarlo 2 veces con tu especialista. Si no obtienes una respuesta favorable, es altamente recomendable tomar la opinión de otro especialista.
Una vez que encuentras la dosis correcta y el medicamento correcto, continua el monitoreo del comportamiento de tu niño, ya que pueden existir algunos efectos secundarios, que usualmente son encontrados en la primera fase de la medicación.
Si notas cambios drásticos en el humor, tales como irritabilidad, agresión, ansiedad o una baja emocional, ve con el doctor.
En casos muy raros, el medicamento puede causar hipertensión o ritmo cardíaco acelerado. Algunos síntomas secundarios que pueden aparecer son, cambios de apetito, dificultad para dormir, dolores de cabeza o tics motores pequeños.
Siempre lo más recomendable es mantener un seguimiento adecuado con tu especialista, para seguir observando todos los detalles que conllevan el consumo de estos medicamentos. Al principio pueden aparecer los síntomas secundarios mientras el metabolismo se adapta, pero gradualmente el niño adopta y metabolisa correctamente el cambio.
Por último, siempre hay que recordar que el medicamento no es una solución mágica, es un método efectivo, pero que puede ser mucho más efectivo si se combina con otros métodos alternativos.
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