La escuela suele ser un escenario complejo para un niño diagnosticado con TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad).
Los síntomas más comunes del TDAH son la dificultad para quedarse quieto, para controlar sus impulsos y para prestar atención. Para la escuela estos pueden convertirse en un verdadero reto.
Ello puede dificultarles a los niños diagnosticados su estancia en la misma.
Es necesario que las escuelas ofrezcan servicios de tratamiento, educación especial y acomodación. Con el fin de disminuir los efectos negativos que pueda llegar a tener esto en el aprendizaje de los pequeños.
Especialmente, debe tenerse cuidado para que no suba su nivel de estrés.
Algunas recomendaciones para atender de manera efectiva el TDAH en la escuela incluyen un manejo o control de grupo conductual y un entrenamiento organizacional.
El primer enfoque motiva a los estudiantes para que su conducta escolar sea la más adecuada mediante el uso de reforzadores positivos y tarjetas de anotaciones diarias.
De hecho, esta estrategia ha demostrado su efectividad sin importar la edad de los chicos con quienes se realiza.
La otra estrategia se conoce como entrenamiento organizacional y consiste en enseñarles a los pequeños algunas habilidades. Ese conjunto de habilidades como la planeación, administración del tiempo y hábitos de estudio, igualmente funciona, tanto con niños como con adolescentes.
Pros y Contras
Algunas ventajas que presentan las formas de trabajo mencionadas (manejo o control de grupo conductual y entrenamiento organizacional), son la flexibilidad, adaptabilidad y funcionalidad en distintos niveles y contextos.
Mientras que las principales desventajas que tienen las propuestas son el nivel de compromiso que requieren por parte de los padres y maestros, la necesidad de acompañamiento profesional y el alto nivel de calificación por parte del personal educativo.
A esas recomendaciones o formas de atender el TDAH en la escuela, la Academia Americana de Pediatría (AAP, s/f) agrega un programa de ambiente escolar o acomodación como parte esencial de toda estrategia.
Eso, de acuerdo con la academia, debe incluir actividades y medidas como instrucciones y asignaciones especiales, ayuda adicional con la organización, reforzamiento positivo y retroalimentación.
El uso de las tecnologías de la información y la educación para fines de tratamiento integral también ayuda.
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